¿Por qué somos tan complicados? ¿Por qué las cosas no son como en las películas?
Cada día me decepciono más con las personas, me ilusiono, creo que cambiaron o que son mejores de lo que en realidad son.
Me doy cuenta de que día a día me engaño más a mi misma, a los demás.
Es como si quisiera avanzar y hubiese algo que me esté frenando en la mitad del camino.
Es como si cada vez que subo cinco escalones me tropiezo y bajo veinte.
¿Por qué nos mentimos, nos traicionamos, nos falseamos, nos dañamos?
¿Cuál es la necesidad? ¿No existe en este mundo la lealtad o la compasión?
Tantas cosas me pasan por la cabeza en este momento, el colegio, mi casa, las clases del Conservatorio...
las clases de Plástica.
¿Es alguien verdaderamente tu amiga si no está para cuando vos la necesitas?
¿O si a cada cosa que vos le preguntas o contás simplemente mire a través de vos? Como si no existieras.
Es triste, saben. Es triste darse cuenta de muchas cosas a la vez.
Es triste darse cuenta de que estás sola con tus millones de problemas.
Esos problemas que pueden no ser del todo importantes, pero que en el momento son un bajón.
La necesidad de ser escuchada se hace más notoria.
Afecta tus pensamientos, sentimientos, razonamientos.
Hoy no es un buen día, no sé por qué. Pero simplemente se que no lo es.
Me espera una larga noche por delante, las 23.00 y sin haber estudiado ni dos oraciones del trabajo.
Pero es que no puedo concentrarme, me distraigo fácilmente con una de las tantas cosas que pasan.
Tenía muchas ganas de escribir hoy, por eso la hice larga.
Me daba la sensación de que hacía años de mi última entrada.
Hay que descargarse de alguna manera u otra, aunque después no sirva de mucho.
